Cuesta amanecerse después de recorrer tanta selva oscura
cuando los peligros se revivieron en cada giro de la palabra
cuando las alambradas y las barricadas ardían
y uno temblaba como una hoja en la pesadilla inmersa.
Cuesta levantarse después de estar arrinconando el gesto
cuando el pellejo luce los signos
cuando el espanto a sus anchas germinaba
y uno rondaba el rincón de su corazón en impotencia.
Cuesta desechar los fantasmas después de que ellos nos alentaran
cuando el destino huele a tierra y mar
cuando el pensamiento fue una hoz que dividió a los hermanos
y uno quedó en medio sobreviviendo y enfrentando a los esbirros solo.
Cuesta entender que el retorno solo sirvió para unos pocos
cuando la guitarra tocaba para todos
cuando la voz era madre que congregaba
y que los preferidos siempre tienen su sitio asegurado.
Cuesta seguir en el margen de la historia
cuando uno se va haciendo de los años
cuando vuelve a ver a los mismos montar el mismo circo
y que de la experiencia solo se sacan cuentas y payasadas.
Cuesta... al menos a mí me cuesta celebrar las fiestas patrias
sin dejar de pensar en toda la sangre derramada
en todas las promesas lanzadas al viento del futuro
y que los responsables siguen negociando sus conveniencias.
Lichazul © Elisa
17 comentarios:
Aquí se derramó también mucha sangre...
Y parece que la cosa no avanza... siempre la misma pelea disfrazada de otros argumentos...
Cuando pienso en ello, siempre me acuerdo de Gandhi, de su lucha pacífica, pero que nunca dejó de ser una lucha... y de aquella frase: 'Sé el cambio que quieras ver en el mundo'.
Abrazos
Ya lo creo que cuesta.
Yo desde luego,no puedo.
Un besito,Carmen
Vaya que si cuesta
ir a cuesta con todos esos dolores
pesa la historia
claro para algunos es como si nada...
y no veo que eso cambie.
Cuesta y creo que así debe ser.Para que nunca olvidemos.Para no repetir los mismos errores y no permitir que otros lo repitan.
Y sólo acudir a aquellas fiestas patrias organizadas desde el pueblo y para el pueblo.A las demás, que vayan ellos.
Un abrazo Elisa.
La patria es el refugio de los miserables.
Besos.
Puede que las banderas sean diferentes, pero el dolor es el mismo, y ya podemos decir que esta desgracia no es un patrimonio de los latinoamericanos.
Un beso grande y buena semana.
HD
A pesar de las cuestas el camino siempre es hacia adelante. Y algo se nota lo andado.
Abrazos!!!
muchas gracias por sus lecturas y opiniones
abrazos y feliz semana
Cuesta, si, cuesta; pero debemos avanzar, eso sí jamás olvidando. Las fiestas tiene efecto narcótico y, ayudan a los que les interesa que el resto olvide. Ya conocemos el juego.
Un abrazo Elisa poeta.
Contundente y certero. Lástima que aún haya quien les aplauda.
Besosanárquicos
cuando desaparezcan las patrias será porque dejemos de aplaudir a los patriotas.
y sus bandera
y su sangre inútil derramada
y esterilidad
no hay más patria que la que arde.
como la cera, Elisa
Besos
Es verdad, a veces parece un sacrilegio o una deshonra a los que lo perdieron todo. Un abrazo.
muchas gracias a ustedes por sus opiniones dejadas
abrazos
Bellisimos renglones descifrados Elisa, me han emocionado profundamente pues se aprecia que nacieron del fondo interno de la razón.
Feliz martes,abrazos Pilar
Cuesta...y el poder siempre gana y seguirá ganando. Saludos.
Hace mucho que no creo en banderas...
Besos.
Lo peor es el sentimiento de impotencia que nos invade, y la impresión de para algunos no pasa nada. Es como si se burlasen del pasado y de nosotros mismos.
Cuesta mucho, claro que sí, y fastidia...digámoslo así para guardar las formas, porque la palabra justa nos quema la garganta.
Besos, querida Elisa
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