Mi soplo y mi tormento
no pende del sueño que me regalas
es una dimensión de letales olvidos
con la fría gota que se cuela en las horas,
me encontré una luna mágica en la lluvia
con su paraguas de azul terciopelo,
- mis huesos tiemblan indefensos-
todo se diluye hasta el amor
no hay color donde guarecerse.
Quisiera contarte donde estoy
en qué pienso, cómo lo evidencio,
pero mi ausencia habita la piel,
suelo fugarme por la fina línea del verso
una y otra vez sin advertir el tiempo.
Lichazul © Elisa
1 comentario:
Un nuevo espacio para dejarte un beso.
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